lunes, 8 de septiembre de 2014

Esos Museos de Santiago Y San Miguel


 
Cuando sales de nuestra geografía y vuelves a Jerez, te das cuenta de la cruda realidad: qué tristemente desperdiciada está la cultura de Jerez. No se puede entender cómo otros pueblos viven de su idiosincrasia  aprovechando el turismo cultural como medio de vida y Jerez, cuna y crisol del flamenco, el vino, el caballo y hasta hace no tanto también del toro, malvive en el paro sin sacar provecho del mayor legado de nuestra historia… el arte. Nunca entendí, sin ir más lejos, ese proyecto mastodóntico de la Ciudad del Flamenco, demasiado ambicioso y hoy desierto abandonado en la plaza Belén. Y no lo entendí, pues creo que la verdadera ciudad del flamenco ya está hecha. Es decir, son esos barrios de Santiago y San Miguel las verdaderas ciudades del flamenco, donde residen las arterias y pulmones del cante gitano. Intolerable esa dejadez y esa desidia que los políticos han dedicado a estos barrios, tan cínicamente dejados de la mano, cuando podrían ser sedes y centros de visitas turísticas guiadas, donde se explicasen los artistas que allí nacieron y jugaron. ¿Cómo no poseen esas calles de Santiago y San Miguel placas conmemorando que allí nacieron Marruro, Manuel Torre, Agujetas Padre, Tío Borrico, Tía Anica, Manuel Morao, Moraíto, Luis de la Pica, el Gloria, Mojama, Sernita, Moraíto, Moneo y José Mercé; por no hablar de Rafael de Paula. ¿Cómo es que al Torta no le levantan un busto en San Miguel? Qué mala suerte ha tenido Jerez con sus políticos. Los de antes ya dejaron su legado, pero los de ahora aún están a tiempo de dar dignidad a los ilustres hijos de Jerez. Y no sólo se trata de homenajear a sus artistas, sino de embellecer y cuidar nuestro patrimonio para así crear un turismo que existe, pero que elige otros rumbos que han potenciado mejor su cultura  haciéndolas más atractivas y coherentes.

Cierto es que Jerez no tiene esa Alhambra granadina, o esa Mezquita cordobesa, pero posee por bandera el valor y el legado de unos artistas que por peso en el flamenco superan con creces el valor de cualquier otro enclave de España. ¿Culpables? Los políticos que no han sabido difundir y fusionar el arte con el turismo. Ese puente que salvaría algo la economía malherida que nos aflige, Jerez no lo tiene. Sería de justicia y de deber moral apostar por lo nuestro como vía de salvación para un turismo, pienso que demasiado enfocado y reducido al vino. Son Santiago y San Miguel museos callejeros que aún Jerez no ve. Enclave y baluartes de unas formas que ya no se ven.
 
Publicado en Viva Jerez el viernes 5 de septiembre de 2014

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