viernes, 18 de diciembre de 2015

Escritos Sobre El Taurinismo Universal



Merece la pena contemplar, y si acaso hasta reivindicar (si bien no precisa defensa pues su categoría está muy por encima de ataques y modas políticas), ese tipo de Literatura Taurina que sin querer se está convirtiendo en joyas supervivientes, una especie que cierta parte de la sociedad anhela extinguir. Cabe decirlo, la tauromaquia siempre ha estado sufriendo todo tipo de ataques y vejaciones de reyes y de políticos e incluso de algún Papa, y siempre ha sabido adaptarse a los tiempos y sobrevivir sin perder su esencia de bella tragedia y rito de creación de la vida y de la muerte. Precisamente ha sido ese estigma de supervivencia o caza de brujas que la tauromaquia ha padecido la que a su vez le ha dotado de una verdad tan fiel y real que ha podido con todas las mentiras.

La Literatura Taurina ha sido y es, pues, fiel a esa única verdad, la de la creación de un arte único y visceral, y representa, pues ha ido de la mano con los avatares de España, un fiel espejo de nuestra historia social, política y cultural. Nuestro mayor pensador, don José Ortega y Gasset, escribió un librito que si bien no es hondo, sí ahonda: “Sobre la caza, los toros y el toreo”, donde fusiona al toreo con nuestras costumbres tal que son una. De toros escribieron y poetizaron algunas de las plumas más brillantes y vibrantes tales como Valle-Inclán, Machado, Alberti, Cossío, Miguel Hernández, García Lorca… cada cual a su ritmo y compás, pero todos absorbidos o picados por este veneno maravilloso del toro y el torero. Otros contemporáneos como Joaquín Vidal, Benítez Reyes o premios Nobel como Camilo José Cela y Vargas Llosa han recogido y hecho suya esta liturgia de vivencia y supervivencia dándole a este arte el sentido universal que en su día ya aclamaba Pepe Bergamín.

La Literatura Taurina, por ello, capta la que quizás es la única verdad, perseguida por inquisidores e ignorantes, que nos queda en nuestra idiosincrasia, espejo de nosotros mismos. No cesen de ser curiosos e indagar en este misterio del toreo y sumergirse en ese mar o más bien océano de olas aladas y desoladas, pues el toreo encierra tanto glorias como fracasos… como la vida misma. Libros como “La Música Callada del Toreo”, de Bergamín; “Juan Belmonte, Matador de Toros”, de Chaves Nogales; “Rafael de Paula”, de Benítez Reyes; “Gitanos en el Ruedo”, de Joaquín Albaicín; “La Suerte y la Muerte”, de Gerardo Diego; “Joselito, el Rey de los Toreros”, de Paco Aguado; “La Gran Temporada”, de Fernando Quiñones… son sólo algunos escritos que engalanan la riquísima literatura a la que se le debe mirar de frente, pues es de las pocas verdades que nos queda sin temor a ser engañados.

 

Publicado en Viva Jerez el viernes 18 de diciembre de 2015  


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